Se estima que el 80% de los accidentes de aviación se debe a factores humanos. Como tales se entiende errores de criterio, factores fisiológicos (por ejemplo, hipoxia, hipoglucemia, disbarismo, vértigo, desorientación espacial, y fuerzas de gravedad), enfermedad preexistente (como diabetes, y trastornos cardiovasculares), consumo de drogas y factores psicológicos (por ejemplo, exceso de confianza, imprudencia y depresión). Se debe considerar los cambios realizados en la fabricación de aviones, además de los dispositivos de seguridad para valorar su capacidad de vuelo y de evitar accidentes, así como si hay negligencia de fabricantes, distribuidores, propietarios, personal de mantenimiento controladores de vuelo o de la tripulación.
Examen de la escena
Es fundamental la custodia del escenario del hecho con el fin de evitar que curiosos, periodistas, y familiares de las víctimas interfieran en el trabajo de los expertos.
Examen de los cadáveres
La identificación positiva de un individuo se basa en la comparación de cartillas dentales antemortem y posmortem, impresiones tanto dactilares como palmares y de la planta de los pies, y otras características personales. Potencialmente, estudios de ADN han demostrado ser de utilidad. Con la identidad particular que tiene cada persona se exige un equipo multidisciplinario que incluye patólogos, odontólogos, expertos en dactiloscopia, investigadores médicos, fotógrafos y radiólogos. Cuando hay gran fragmentación de los cadáveres, conviene incorporar también a antropólogos, seròlogos, y criminalistas. En general, conviene reunir de cada víctima la información siguiente antes de iniciar el estudio de sus restos:
· Nombre.
· Edad.
· Genero.
· Afinidad bilógica.
· Peso.
· Talla.
· Color y estilo del cabello.
· Color de los ojos.
· Características de la piel (color, cicatrices, tatuajes, nuevas peculiaridades, estigmas profesionales, etc.).
· Historia médica, que incluya intervenciones quirúrgicas, fracturas, anomalías congénitas, nombres y direcciones de médicos tratantes y de hospitales, etc.
· Historia dental, incluidos nombres y dirección del odontólogo y de laboratorios dentales.
· Joyas que acostumbraba llevar la víctima.
· Ropas que la víctima acostumbraba llevar.
· Calzado, numero, estilo, color y fabricante.
· Fotografías de la víctima, de frente y de perfil.
· Marcas de fábrica y de lavandería de sus ropas.
· Huellas dactilares.
Procedimiento de necropsia
En este procedimiento se lleva a cabo lo siguiente:
Ø Hacer un diagrama del cuerpo describiendo la condición de los restos, estatura, pesos estimados, género, raza, lesiones externas, signos de enfermedad, traumatismos, o deformidades preexistentes, tatuajes o efectos personales (joyas, reloj, etc.)
Ø Documentar hallazgos internos, como lesiones, estado nutricio, cirugías y enfermedades.
Ø Realizar muestras para toxicología, que luego deben de ser rotuladas y refrigeradas.
Ø Obtener secciones de todas las vísceras para histopatología.
Ø Hacer una disección de la parte posterior del cuello y documentar traumatismos.
Ø Un radiólogo debe tomar radiografías de todo el cadáver y describir las estructuras esqueléticas.
Ø Correlacionar lesiones con la ubicación dentro del avión con el fin de descartar la posibilidad de sabotaje.
Aspectos traumatológicos
ü Las quemaduras se deben a las elevadas temperaturas con que arden los combustibles modernos. Al respecto, hemos visto el tipo de lesión circular posmortem que se debe a la dispersión del combustible por la explosión.
ü Las contusiones deben analizarse en dos eventualidades:
Que fuesen producidas al ser la victima expulsada del avión, o, por el contrario, atrapada dentro del fuselaje.
ü Desde el punto de vista topográfico, podemos destacar las fracturas de la manera siguiente:
ü En miembros inferiores.
Las más típicas son las fracturas de fémur, que suelen ser causadas por la barra frontal del asiento, al hundirse el pasajero en el hueco de éste. También pueden producirse fracturas en las piernas, por el impacto de la barra horizontal del asiento de adelante. Esto se observa en aviones con el motor atrás o de cola alta, configuración que supone intensas fuerzas verticales.
ü En columna vertebral.
La lesión en la región dorsal de la columna es la más específica de los accidentes de aviación. Se suele asociar con traumatismos del esternón, lo cual indica que obedece al mecanismo de de flexión violenta del cuerpo de la víctima. Asimismo fracturas de la columna cervical se observan en 50% de los accidentes y en asociación con traumatismos craneoencefálico severo y se producen por el impacto de la cabeza contra el asiento delantero.
ü Craneofaciales.
La más fuerte es la fractura del tercio medio de la maxila, producida por el impacto del rostro contra el respaldo del asiento delantero. Cuando hay fuerzas verticales severas, es posible encontrar fractura en anillo de la base del cráneo, alrededor del foramen magnum.
ü Torácicas.
Las más frecuentes son las rupturas de corazón y de aorta. Se explican por la comprensión de dichos órganos entre el esternón y la columna vertebral, durante la flexión violenta, o por la sección del corazón en su unión con la aorta durante la desaceleración de todo el cuerpo en el plano vertical.
ü Traumatismos en tripulantes
Es posible reconstruir las circunstancias del accidente.
ü Rodaje por terreno escabroso fuera de la pista:
Este origina quemaduras y ausencia de traumatismos mecánicos severos.
ü Aterrizaje fuera de la pista.
Hay lesiones severas en la cabeza, fracturas de columna vertebral, y miembros, laceraciones de órganos internos y ausencia de atrición.
ü Precipitación del avión a baja velocidad en posición invertida.
Fracturas múltiples de bóveda y base del cráneo, atrición o descuartizamiento.
ü Aterrizaje de ala en vuelo a poca velocidad y escasa altura.
Quemaduras con adherencia a partes del avión.
ü Avión que roza el suelo, se eleva y explota en el aire.
Amputación de miembros, atrición o descuartizamiento.
ü Precipitación en picada.
Descuartizamiento y fragmentos aislados de tejidos.
ü Precipitación en barrena o tirabuzón.
Fracturas en sacabocados del macizo facial, múltiples fracturas de cráneo, desarticulación de pelvis y laceraciones viscerales múltiples.
ü Paracaídas que no se abrió.
Traumatismo múltiple con fracturas de costillas y pelvis, y atrición en miembros.
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