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Sergio Hernández Rodríguez

Grafoscopia forense

Hay distintas disciplinas científicas que se utilizan para analizar la escritura y los distintos tipos de documentos. Son, ciencias “hermanas” y herramientas complementarias, pero cada una con sus características y aplicaciones. Una de las más desconocidas es la Grafoscopia forense que, sin embargo, supone un recurso muy interesante y solicitado en conflictos legales de distinta naturaleza, como comprobaremos a continuación.

¿En qué consiste la Grafoscopia forense?

La grafoscopia forense es aquella ciencia que se dedica a la observación y estudio de los grafismos para establecer su autenticidad y la autoría de un escrito o documento. No se debe confundir con la grafología, que es la disciplina que intenta desvelar rasgos de la personalidad a partir del análisis de distintos rasgos de la escritura de un individuo. Como vemos, se trata de una especialidad con una intrínseca vocación de investigación, de ahí sus íntimas relaciones con la criminalística, de la que puede considerarse una ciencia auxiliar.

Por supuesto, la grafoscopia forense se basa en fundamentos científicos, derivados en su mayoría de lo que se conoce como “Leyes o Principios Generales de la Escritura”, reconocidos y ratificados por los especialistas en esta materia. Estas leyes, tal como resume Edmond Solange Pellat, uno de los más inminentes grafólogos forense, son cuatro:

  • Ley de impulso cerebral: quien determina nuestros grafismos es el cerebro, independientemente del órgano con el que los transcribimos.

  • Ley de la acción del YO: la escritura es una acción inconsciente, por lo que se observan continuas alternancias de intensidad y debilidad en los grafismos.

  • Ley de la marca del esfuerzo: siempre que se quiere alterar la escritura espontánea queda un reflejo de ese esfuerzo en los grafismos.

  • Ley de la Permanencia de los Caracteres o cómo las circunstancias en las que escribimos afectan a la grafía. Este principio se entiende claramente mediante ejemplos: si alguien escribe o firma mientras está en un vehículo en movimiento, su letra sufre alteraciones, igual que cuando estamos enfermos. Este principio es esencial que se incorpore en los análisis de la Grafoscopia forense.


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