“Los métodos científicos que permiten la identificación fehaciente de los cadáveres son fundamentalmente los que de manera precisa individualizan características altamente improbables de ser poseídas por más de un sujeto en una población determinada. Tales características son las huellas digitales, la configuración odontológica y el material genético”.
Dentro de los métodos científicos se destacan la lofoscopia, la carta dental y la carta genética, no obstante, existen otros métodos que aunque no gozan de la misma importancia que los antes mencionados, también juegan un papel preponderante dentro de la identificación de personas o restos humanos desconocidos.
LA LOFOSCOPIA
La dactiloscopia “consiste en el estudio de las imágenes obtenidas de las impresiones que dejan las crestas papilares de los dedos”.
Las principales ramas en que se subdivide la lofoscopia son:
La dactiloscopia, la cual tiene por objeto el estudio de las impresiones dactilares de la última falange de los dedos de las manos; la quiroscopia, que consiste en el estudio de las crestas papilares de las palmas de las manos; y la pelmatoscopia, la cual centra su estudio en las plantas de los pies.
La importancia de la lofoscopia, y en especial, de la dactiloscopia, se debe a lo sencillo y económico que resulta su utilización; a la certidumbre física que proporciona; a la trascendente connotación de que a cada persona corresponde una única huella digital; y al indiscutible factor de que sin importar la influencia del tiempo o las circunstancias ambientales, éstas nunca cambiarán, lo cual hace de ellas un registro permanente e invariable de un individuo, durante toda su existencia.
LA CARTA DENTAL
La identificación a través de las características de los dientes es parte de la odontología forense. La odontología forense, consiste en “la aplicación de los conocimientos propios del odontólogo para resolver necesidades de la administración de justicia.
El método científico de identificación a través de la carta dental, encuentra su sustento en la comparación de “las características habidas en un cadáver con las documentadas en una historia clínica o en unas radiografías odontológicas”.
La importancia de este método está dada por la considerable resistencia de los dientes, los cuales pueden llegar a reconstituir, en algunos casos, la única parte del cuerpo de una persona que pueda ser utilizada como material de estudio, con miras a obtener una identificación positiva de la misma.
La primera aplicación de elementos dentales a la identificación de cadáveres, se remonta a la época del emperador romano Claudio, cuando su esposa, Agripina, identifica la cabeza de la amante de su esposo, a quien había mandado asesinar, por la tonalidad de los dientes y una maloclusión.
De acuerdo a la explicación de los doctores Vicente Moya, Bernavé Roldan, y José Antonio Sánchez, el examen del lugar de los hechos es el primer paso a seguir cuando se busca dar inicio al proceso de identificación dental. Estos autores advierten, que si el cadáver apareceen el lugar de los hechos el examen del mismo será realizado en el mismo lugar, pero, el odontólogo sólo entrará a intervenir en la fase siguiente efectuando la inspección intraoral, cuando el cadáver ha sido trasladado a la sala de autopsias.
No obstante, cuando lo que se encuentra en el lugar de los hechos, son restos esqueléticos o cadáveres con grandes mutilaciones, como ocurre en los eventos de grandes catástrofes, el odontólogo podrá ser llamado a intervenir en la inspección y recogida del material en el lugar de los hechos.
La inspección intraoral dará inicio con una primera fase de recolección de datos, la cual implicará un examen visual de la condición de los dientes y las características de los maxilares y los tejidos blandos adyacentes.
CARTA GENÉTICA
“El ADN es el compuesto más importante del ser vivo, pues es la sustancia bioquímica encargada de transmitir las características genéticas y de regular la vida de las diferentes especies”.
Tanto el hombre como la mujer tienen 23 cromosomas, de los cuales, del cromosoma 1 al 22 la información es de “estructuración general”, es decir, aspectos tales como el color de los ojos, la estatura y ciertas enfermedades hereditarias; y el cromosoma23 tiene la información del sexo de la persona. La madre aporta siempre un cromosoma 23 denominado “X”, de su par de cromosomas: “X X”
La molécula de ADN esta compuesta por cuatro nucleótidos: adenina, tiamina, citocina y guanina, donde según la regla de Chargaff debe existir una proporción entre la igualdad de tiaminas y adeninas y la igualdad entre citocinas y guaninas.
En el ADN los nucleótidos (adenina, tiamina, guanina y citosina) “se agrupan en interminables escalones de la escalera helicoloidal que se denomina doble hélice”, es por esta razón que se dice que las cadenas de ADN no son simples sino dobles, ya que las cadenas simples se unen a otras. Sin embargo, esta unión no es aleatoria, sino que, por el contrario, se realiza de acuerdo al fenómeno denominado "complementariedad en cadena", en virtud del cual la adenina de una cadena sólo se une a la Tiamina de la otra, y la citosina de una cadena sólo se une a la guanina de la otra.
A cada individuo le corresponde una huella digital genética. La comparación entre dichas huellas será lo que permita determinar si dos muestras de ADN proceden de personas diferentes o de un mismo individuo, o si existe una relación biológica entre dichos individuos.
La técnica de identificación a través del ADN, a la cual se le conoce también como "huella de ADN", se basa en el estudio de una serie de fragmentos de ADN que se encuentran presentes en todos los individuos de la especie humana, pero que se caracterizan por ser altamente variables o polimórficos entre los mismos, los polimorfismos hacen referencia a aquellas diferencias genéticamente determinadas que pueden presentarse en organismos de la misma especie.
El análisis de un determinado número de estos fragmentos de ADN permite identificar a una persona con una probabilidad muy cercana al 100%.
No basta, sin embargo, con determinar que en la comparación realizada entre el material genético de ambos individuos se hayan encontrado similitudes, ya que antes de poder hablarse de la posibilidad de presentarse una identificación positiva de la persona a identificar, deberá analizarse que porcentaje de la población presenta esa particular combinación de patrones genéticos.
Borrero Bruckner Johanna, Almonacid Reyes Silvia/ PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS BOGOTÁ, D.C. 20057/
http://www.odontocat.com/odontocat/nouod2/pdf/article%20cita%20odt%2024.pdf
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