El término queiloscopía deriva del griego cheilos, labio, y skopein, observar, y se refiere al estudio, desde el punto de vista de la identificación, de los surcos del labio mucoso y de las huellas que deja. Se define como región labial a toda aquella superficie, que revestida por piel y mucosa, forma el esfínter oral. Lo componen los labios, superior e inferior, serparados por la hendidura labial. El labio superiro se extiende desde la baser del tabique nasal hasta la comisura y está separado de las mejillas por el surco nasolabial. El labio inferior va desde las comisuras hasta el pliegue mentolabial; sus límites con las mejillas son bastante imprecisos, a no ser que exista el surco comisural. En esta región se pueden distinguir: 1) Los labios cutáneos superior o inferior. 2) Los labios mucosos. 3) Hendidura bucal, formada por la fusión de ambos labios mucosos en el ángulo o comisura labial. 4) Surco nasobucal, canal más o menos desarrollado que se extiende desde el septo nasal hasta el labio mucoso superior. Esta es una característica exclusiva del hombre. 5) Surco mentolabial, límite entre el labio cutáneo inferior y el mentón. Todos los anteriores son dependencias de la piel. La semimucosa o rojo bermellón del labio contiene los puntos de Fordyce, que son glándulas sebáceas ectópicas. La mucosa se halla separada de la semimucosa por la línea de Klein y contiene granulaciones, frenillos y bridas. Los labios entonces se encuentran revestidos por dos tipos de tejido: uno semimucoso y otro mucoso; en el lugar donde se unen ambos, se forma una línea ondulada blanquecina, llamada cordón labial o línea de Klein, especialmente marcado en la raza negra. Es de especial interés la zona semimucosa de los labios, también conocida como Rojo bermellón o Bermellón del labio. Esta zona aparece marcada con una serie de pequeños y variables surcos o pliegues en el sentido vertical más o menos profundo, a veces ramificados que se sitúan: en el labio superior, a ambos lados del tubérculo labial, y en el labio inferior en toda su extensión. Estos surcos, excepto en los gemelos univitelinos, adquieren caracteres fenotipos invariables, ya desde las primeras etapas de la vida intrauterina, siendo permanentes a lo largo de toda la vida, lo mismo que las huellas dactilares y las rugas palatinas. Los labios ofrecen diversas variaciones respecto del grosor, tamaño, longitud de la obertura, del cordón labial, etc. y otras en relación con el sexo, edad, raza, que deben considerarse en el estudio queiloscópico. Según el grosor de los labios mucosos pueden distinguirse: 1.- Labios delgados: característicos de la raza blanca o caucasoide, en estos casos, el surco subnasal y el labio cutáneo inferior suelen ser alargados. 2.- Labio medio: con la zona rosada más redondeada, de 8 a 10 mm de grosor. Es el tipo mas frecuente. 3.- Labios gruesos o muy gruesos: abultados o muy voluminosos con el cordòn labial muy marcado por la eversión del borde del músculo orbicular. Son típicos de la raza negra o negroide. 4.- Labios mixtos: que corresponden a las razas orientales. Según sean las diversas formas de las comisuras labiales se pueden clasificar en comisuras horizontales, abatidas y elevadas. CLASIFICACIÓN DE LAS HUELLAS - Clasificación de Martín Santos. Este autor propone una clasificación de los surcos labiales en la que lo divide en dos grupos: - Simples: los que tienen un solo elemento en su forma. - Compuestos: los que están formados por dos o mas formas distintas. En la tabla a continuación se exponen los diferentes tipos. Simples: Compuestos: Línea recta Líneas con dos ramas Línea curva Líneas con tres ramas Línea angular Líneas correspondientes a formas no Línea sinuosoidal ordinarias - Clasificación de Suzuki y Tsuchihashi Estos autores establecen una clasificación tomando seis elementos, basados en las diferentes formas y cursos que toman las estrías en las huellas labiales estas se describen desde el punto de vista morfológico en seis tipos: Tipo Ia. Verticales y completas. Estrías rectas, ien definidas que corren verticalmente a través del labio y cubren toda su extensión. Tipo Ib. Verticales incompletas. Las estrías son rectas, pero desaparecen a medio camino sin cubrir la anchura total del labio. Tipo II. Ramificadas y bifurcadas. Las estrías se bifurcan a lo largo de su trayecto. Tipo III. Entrecruzadas. Las estrías se entrecruzan en forma de aspas. Tipo IV. Reticuladas. Se producen múltiples cruces que le dan aspecto de retículo. Tipo V. Otras formas. En estos casos las estrías no se pueden clasificar en ninguna de las descriptas y puen tener una mezcla de todas las formas anteriores. Para el estudio y clasificación de la huella, ésta se divide en cuatro cuadrantes mediante un eje y-y´ que pasa por la comisura labial dividiendo los labios en superior e inferior, y otro eje x-x´ perpendicular a este en el plano medio sagital, que los divide en derecho e izquierdo, con locual los labios quedarán divididos en cuatro cuadrantes, donde se podrán consignar los símbolos correspondientes. - Clasificación de Renaud Este autor clasifica las marcas labiales en diez tipos y les asigna una letra, en vez de un número, para no confundir la fórmula con los estudios dentales. Para ello divide el labio superior e inferior en dos partes, derecha e izquierda, y a continuación señala los tipos de huella que en ellas se encuentran. Para el labio superior utiliza letras mayúsculas ("D", para designar el lado derecho; e "I para designar el izquierdo) y minúsculas para el labio inferior ("d" para designar el lado derecho e "i" para designar el izquierdo). Para su anotación se utilizan letras minúsculas para el labio superior y mayúsculas para el inferior, afín de evitar la confusión de lado derecho e izquierdo con la letra de la huella. Por ejemplo si hallamos la anotación: IadfiDabegec La letra mayúscula I está indicando el lado izquierdo del labio superior, las siguientes letras adfi corresponden a los tipos de marcas encontrados en este hemilabio superior izquierdo, la letra D indica que se trata del labio superior. Lado derecho, y las letras adbegec indican los tipos de marcas laterales que se han encontrado. En el labio inferior la anotación sería: IBCDGdEACBD Donde las letras minúsculas señalan si se trata de lado derecho o izquierdo y las mayúsculas, el tipo de dibujo. Este sistema es el más completo y se muestra en la figura a continuación: - Clasificación de Renaud: a) Verticales completas; b) Verticales incompletas; c) Bifurcadas completas; d) Bifurcadas incompletas; e) Ramificadas completas; f) Ramificadas incompletas; g) Reticuladas; h) En forma de aspa o X; y) Otras formas: elipse, triángulo, microsurcos. - Clasificación de Afchar-Bayat Esta clasificación está basada en los pliegues y fisuras de los labios y se divide en 6 grupos. Tipo A1. Fisuras perpendiculares a la boca, rectas y claras, que recorren de un lado a otro el labio hasta su límite. Tipo A2. Semejante al anterior, pero desaparecen antes del límite labial. Tipo B. Surcos en horquilla o en ramificación. Comprenden dos formas: 1. Horquillas rectas. 2. Horquillas sesgadas. Tipo C. Fisuras convergentes. Tipo E. Formas que no se ajustan a las anteriores y no se pueden caracterizar morfológicamente. Recolección de huellas Suzuki y Tsuchihashi utilizaron para el registro la sistemática dactiloscópica y fotográfica directa. La mayoría de los servicios policiales utilizan este sistema; para ello cuentan con un soporte especial de celofán diseñado para los labios que se adapta a su forma, obteniéndose así los detalles. El registro puede obtenerse mediante lápiz de labios, realizándose una impresión cuidadosa. En los casos de huellas en vasos, papel, cigarrillos, ropa, etc., la huella puede hacerse patente mediante el empleo de un revelador dactiloscópico del tipo betún de Judea u óxido de cobalto. De los estudios estadísticos sobre queiloscopía, según la clasificación de Suzuki y Tsuchihashi, realizados en distintas ciudades de España se desprende que el mayor porcentaje corresponde al tipo III o entrecruzadas, seguido del tipo II, bifurcadas, sin que se puedan establecer que el labio inferior en la mujer tiene predominancia de estrías más alargadas que el del hombre, por ser este labio generalmente de mayor tama
ño el de la mujer que el del hombre.
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