Autorresucitacion, algo que familiares del fallecido quieren.
Aunque al leer la palabra nos podemos imaginar a una persona fallecido que vuelve a la vida, esto se aleja un poco de lo que realmente es.
Su nombre viene de la historia bíblica de Lázaro, a quien Jesús le dijo "Levántate y anda", después de que estaba muerto.
El síndrome de Lázaro se refiere a la recuperación de algunos signos vitales, después de que se ha determinado la muerte.
Algunos son: frecuencia cardiaca, automatismo respiratorio, restauración de la circulación e incluso movimiento de grupos musculares.
Todo esto ocurre en un tiempo aproximado de 10 y 15 minutos.
Es aun más probable que se presente después de que el paciente ha recibido maniobras de resucitación cardiopulmonar, aunque también se han reportado casos en donde se presenta después de abusar de drogas consideradas como recreativas.
Aunque los casos de este síndrome resultan ser pocos, representa cuestiones legales y éticas en el medico forense encargado, ya que tiene que determinar el momento del fallecimiento así como el momento en que deben suspenderse las maniobras de reanimación, o bien proceder a estudios o procedimientos post mortem como la autopsia o la donación de órganos.
Puede que este síndrome sea multifactorial, llega a ser impresionante y quizá desagradable para algunas personas y personal medico.
Pero invariablemente queda en ellos la sensación de que si en lugar de declararlo muerto hubiesen continuado con las maniobras de soporte, probablemente seguiría con vida.
Para esto se necesitan hacer varias pruebas (confirmación clínica) y dar fe de que la persona falleció.
El síndrome de Lázaro nos señala la importancia de agotar todos los medios clínicos y de gabinete, antes de dictaminar la muerte cerebral.
Ortega, LUIS CARLOS. (2013). Síndrome de Lázaro (autorresucitación). Recuperado el 30 de septiembre de 2020 de https://www.medigraphic.com/pdfs/evidencia/eo-2013/eo132a.pdf
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