El principio pro homine implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor beneficio para el ser humano.
Es un relevante criterio interpretativo que establece que toda autoridad perteneciente al poder judicial, legislativo o ejecutivo debe aplicar la norma o la interpretación más favorable a la persona o a la comunidad, en toda emisión de actos, resoluciones o normas que traten o en que se considere la protección o la limitación de Derechos Humanos.
Es un criterio hermenéutico que coincide con el rasgo fundamental de los derechos humanos, por virtud del cual debe estarse siempre a favor de la persona e implica que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva.
Tiene varias formas de aplicación, entre las que se destacan:
En primer lugar, en los casos en los cuales está en juego la aplicación de varias normas relativas a derechos humanos, debe aplicarse aquella que contenga protecciones mejores o más favorables para el individuo.
En segundo lugar, en casos en los cuales se está en presencia de una sucesión de normas, debe entenderse que la norma posterior no deroga la anterior si ésta consagra protecciones mejores o mayores que deben conservarse para las personas.
En tercer lugar, cuando se trate de la aplicación de una norma, debe siempre interpretarse en la forma que mejor tutele a la persona.
Bahena, A. R. (2015, 19 junio). El principio pro persona en el estado constitucional y democrático de derecho | Bahena | Ciencia Jurídica. Ciencia Juridica. http://www.cienciajuridica.ugto.mx/index.php/CJ/article/view/140
Reposición del dia 21/11/2020
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