Los tipos de abusos sexuales y sus efectos pueden ser muy diversos, pero suponen siempre un uso inadecuado de la actividad sexual con un menor, bien porque no ha alcanzado la edad penal para el consentimiento o bien porque ha habido cualquier tipo de violencia o coerción cometiendo un delito contra la libertad sexual.
Una niña de siete años es engañada por un hombre conocido que residía en el mismo pueblo. Este hombre la engaña para que suba a su piso, supuesta mente con la excusa de darle caramelos. Una vez allí, la pone encima de sus rodillas e intenta un coito vaginal con ella.
Las dimensiones del problema y sus efectos
Este tipo de abuso ha existido siempre, pero recientemente han comenzado a estudiarlo y a preocuparse por él. Freud hizo las primeras alusiones a principios de siglo, y Kinsey, en los años 50, confirmo que los abusos se daban con frecuencia. Llegados los años ochenta se llevaron a cabo estudios clínicos y epidemiológicos como para que los profesionales y la sociedad dejaran de negar este problema.
En España llego a tener significado en los años noventa. En la actualidad, podemos hablar de que el silencio sobre este tema ha sido parcialmente roto. Se dice “parcialmente” porque la mayoría de estos abusos no son comunicados, ni denunciados; mientras, eso sí, los medios de comunicación instrumentalizan los casos que se llegan a conocer con el fin de provocar el interés más o menos morboso de la audiencia.
Podemos resumir lo que ocurre en este campo diciendo que hay dos actitudes gravemente erróneas:
• Negar la sexualidad infantil.
• Negar la gravedad de los abusos sexuales.
Creo que debemos defender los derechos básicos de la infancia, también los referidos a la sexualidad:
Ø El derecho a disponer de su cuerpo, a descubrir y explorar sus posibilidades, también las de placer sexual.
Ø El derecho a hacer preguntas y a que estas le sean respondidas con informaciones adecuadas.
Ø El derecho a involucrarse en juegos con los iguales.
Ø El derecho a la educación sexual dentro de la familia y la escuela. Educación sexual en la que se presente la sexualidad como una dimensión positiva, como una necesidad humana básica, la necesidad de contacto íntimo y vinculación afectiva.
Ø El derecho a ser protegidos de cualquier forma de maltrato sexual.
Los efectos de los abusos sexuales son muy variables, dependiendo del tipo de agresión, la edad del agresor y la de la víctima, el tipo de relación entre ambos, la duración de la agresión, la frecuencia de la agresión, la personalidad del niño agredido, la reacción del entorno.
Los efectos a largo plazo son más difíciles de estudiar por la influencia de otra serie de factores, relacionados o no, con los propios abusos sexuales. La depresión es la patología más relacionada con este tipo de delito. Quienes lo sufrieron durante la infancia es más probable que tenga depresiones durante la vida adulta. La idea de suicidio, los intentos de suicidio y los suicidios de hecho llevados a cabo también son más probables en quienes han sido víctimas.
Los abusos sexuales provocan sentimientos de estigmatización, aislamiento, marginalidad y pérdida que disminuyen la autoestima de quienes lo sufrieron. La dificultad para relacionarse con personas del entorno suelen ser difíciles ya que la víctima siente hostilidad hacia las personas del mismo sexo que el agresor.
Prevención
Hay que hacer mucho hincapié en la prevención. Las personas adultas tenemos que enseñar a los a decir no y a contar las cosas que les ocurre a sus adultos de confianza.
Asimismo, con los niños que han sufrido abuso se debe hacerles terapia, ya que una de las secuelas que ocurren en estos casos es que el 20% de los niños se convierten más adelante en abusadores, algo que se puede evitar si un especialista trabaja con ellos.
Debemos enseñar a progenitores y educadores a detectar los pequeños síntomas que emiten los menores cuando están sufriendo abusos.
Esta prevención hay que trabajarla desde casa y desde los centros educativos. Los colegios deben buscar profesionales que les asesoren en esta materia. Tanto los padres como los educadores deben conocer las herramientas necesarias para detectar los síntomas o los indicios de un abuso sexual. Una de las cosas fundamentales para la prevención: es la comunicación. Los padres deben tener una buena comunicación con sus hijos, basada en la confianza y siempre adecuada a su edad.
También es fundamental escucharles, reforzarles que entendemos como se sienten y que nos importan. Así, si alguien intentara algún tipo de abuso, ellos se lo contarían desde el primer momento a sus padres.
Otro de los elementos importantes es hablarles del cuerpo. Hay que explicarles que hay partes intimas que nadie debe tocar excepto si es un medico o alguien que les está bañando. Y en ningún momento deben aceptar una situación en la que la otra persona les haga sentir incómodos. Es importante, también, hablarles de sexualidad.
No debemos descalificarlos ni insultarlos cuando se toquen alguna de sus partes o pregunten por alguna zona íntima.
De lo contrario, consideraran que es un tema tabú y si les ocurre algo relacionado con este tema no lo contarán, porque se sentirán sucios y culpables.
Denuncia
Es necesario que todos los abusos sean denunciados. Sin embargo, la inmensa mayoría de los casos de abusos no son denunciados. Por ello, es necesario comprender las razones por las que se debe denunciar. Las razones más importantes son:
Para que no se repita el abuso. Casi la mitad de las víctimas lo fueron repetidas varias veces, con frecuencia, con el mismo agresor. La denuncia de todos los abusos significa que se puede parar a los agresores para que no repitan una y otra vez esta conducta. Para que la víctima no se sienta culpable. Si se silencia el abuso fomentamos que la víctima se sienta culpable.
En cambio, si lo alentamos para que hable, ya no se sentirá culpable y podrá seguir adelante con su vida.
Para que las víctimas no tengan sentimientos de impunidad. Pocas cosas hay tan peligrosas para las víctimas como encontrarse una y otra vez con su agresor, verlo pasear por la cállenlo tener que soportar sus mofas o intentos de abuso. Los abusos no deben quedar impunes, no solo por el castigo, sino que también las víctimas deben y necesitan saber que el dolor que sintieron conlleva una condena.
Para evitar que los abusos vuelvan a repetirse. La mejor manera de que no se repita el abuso, si no se ha podido evitar, es denunciarlo de forma inmediata.
Una razón que se considera importante y poderosa a favor de la víctima es la de favorecer su autoestima. Si logra enfrentarse y plantarle cara al agresor, está se sentirá fortalecida, capaz de hacer frente a cualquier obstáculo, valiosa….
Por último, las víctimas deben ayudarse mutuamente para conseguir seguir adelante con sus vidas y que no les afecte esta mala experiencia, que al fin y al cabo, es una experiencia de la que las personas salen más fuertes y valientes.
Intervención posterior al abuso
Tanto si la víctima denuncia el abuso, o como si es detectado y denunciado por otros, se desencadena un proceso en el que se distinguen varios momentos de la intervención.
La intervención inicial.
Lo primordial es creer el testimonio de la víctima que comunica o reconoce el abuso. Debemos actuar de forma que la víctima se quede convencida de que la hemos creído. Luego tenemos que asegurarle de que no es culpable de nada y de que no tiene por qué tener miedo.
El proceso judicial.
Este es un proceso largo, pudiéndose dilatar en el tiempo. En todos estos procesos debe buscarse un lugar donde los menores no se sientan abrumados o desorientados. El menor debe estar acompañado de una persona que el acepte. Esta persona tiene que ser una mediadora a lo largo de todo el proceso.
La toma de declaraciones y los peritajes.
Numerosos profesionales pueden llegar a intervenir en un proceso judicial, interrogando al menor o indagando en aspectos que puedan beneficiar a la víctima o al agresor, porque el juicio se plantea como una batalle entre unos y otros.
La importancia del testimonio de la víctima.
Las pruebas materiales son importantes, pero el testimonio de la víctima es fundamental, sobre todo si ha pasado un tiempo después de la agresión.
La resolución judicial.
La resolución final, si el juez considera que finalmente debe celebrarse un juicio, dado que podría no pasar a la fase de instrucción, puede ser favorable o desfavorable para la víctima.
Ayuda terapéutica a las victimas
La fase terapéutica aborda la situación en que ha quedado el niño o niña tras el abuso y pone en práctica determinadas técnicas para que puedan superar el trauma y eviten recaídas en la edad adulta.
Torrado Rodríguez Desirée /Delitos contra las libertades sexuales/ Noviembre, 2016/ https://www.estudiocriminal.eu/wp-content/uploads/2017/02/Delitos-contra-las-libertades-sexuales.pdf
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