"Atrapenme antes de que vuelva a matar", esa fue unas de las palabras escritas por William Heirens, un ladrón, fetichista que mató a 3 personas con tan solo 18 años.
Frances pilló al intruso revolviendo en los cajones de su ropa interior. El desconocido la apuntó con su pistola pero ella siguió gritando. La mujer intentó defenderse con un cuchillo y comenzó la pelea a vida o muerte. Con múltiples cuchilladas en todo el cuerpo, principalmente en el cuello, su cadáver fue encontrado en el cuarto de baño. Junto a ella, una nota que decía: “Por el amor de Dios, atrápenme antes de que vuelva a matar, no me puedo controlar”. No era el primer crimen de William Heirens.
William George Heirens nació el 15 de noviembre de 1928 en Evanston (Illinois, Estados Unidos). Su padre jamás puso la mano encima al pequeño, sin embargo, su madre Margarete, de estricta educación católica y muy distante en cuanto a demostraciones de afecto, tenía un carácter muy rudo que marcó la vida de este homicida en serie.
El pequeño, con una inteligencia superior a la normal según los psiquiatras, se volvió antisociable y no tenía amigos. Se limitaba a ayudar a sus padres en la tienda
Esa ‘reclusión’ voluntaria en el hogar familiar llegó a sentirla como una especie de claustrofobia.
“Me sentía mareado y necesitaba salir. Me sentía como si las paredes me presionaran. Nunca me gustó quedarme en casa”
aseguró a los investigadores. Con doce años tenía miedo, ira y frustración y su única salida era la delincuencia.
Inició su carrera delictiva asaltando domicilios a punta de pistola. Su objetivo: robar ropa interior femenina. El motivo: le resultaba verdaderamente excitante.
Víctimas:
Su primera víctima fue una mujer viuda, Josephine Ross. Cuando llegó al apartamento de Ross, un perro le dio el alto; la mujer se despertó y comenzó a gritar.
Para disuadirla Bill sacó una navaja y después de un forcejeo terminó clavándosela en la garganta y el cuello varias veces. Después, la estranguló con su propio camisón, robó algunas pertenencias, limpió la escena del crimen y huyó.
Su segunda víctima la Marine Frances Brown, en donde entró a su habitación creyendo que no había nadie en ese instante. Frances, que se encontraba en el baño con la radio encendida, escuchó un ruido; salió para ver de qué se trataba y se topó de frente con el ladrón. Trató de hacerle frente, pero Bill consiguió reducirla a base de golpes con y cuchilladas. El cuerpo de la joven apareció mutilado y estrangulado con su propio pijama.
El homicida limpio las huellas y cualquier tipo de prueba, pero dejo un mensaje a la policía “Por el amor de Dios atrápenme antes de que vuelva a matar, no me puedo controlar”.
Su tercer víctima, este fue el dormitorio de Suzzane Degnan que tenia solo 6 años de edad. Cuando Heirens encendió la linterna se topó con la pequeña que le miraba totalmente asustada. Antes de que pudiese gritar, Bill ya había puesto las manos en su cuello y apretaba fuertemente. Varios segundos después, la niña caía muerta. Tras comprobar que no se movía, le colocó un pañuelo en la boca y la bajó en hombros por la escalera. Se escondió en el sótano donde terminó por descuartizarla y meter los restos en distintas bolsas.
Durante varias horas, el joven se dedicó a deshacerse de ellas arrojándolas a distintas alcantarillas de la ciudad
Heirens fue acusado de 22 robos, 4 asaltos con intento homicida y 3 homicidios. El juicio comenzó en el mes de septiembre y su confesión le salvó de la pena de muerte. El tribunal lo sentenció a cadena perpetua.
Desde que ingresó a los 18 años y hasta su muerte en 2012 con 83, William Heirens permaneció en la prisión de Illinois luchando por su libertad.
Álvarez, M. G. (2019, 29 noviembre). ‘El asesino del pintalabios’: “Atrápenme antes de que vuelva a matar”. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/sucesos/20191129/471943994572/william-heirens-asesino-pintalabios-lipstick-killer-asesinatos-fetichista-ropa-interior-nota-las-caras-del-mal.html
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