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Los símbolos en la escena del crimen.



En este tema, nos centraremos en el uso de la simbología como una herramienta importante dentro de la perfilación criminal en la cual la característica principal, es la interpretación de los símbolos que quedan proyectados en la escena del crimen.

Dentro de la perfilación criminal se trabajan diferentes aspectos que son recolectados y analizados por diferentes métodos como: evaluación diagnostica, el análisis de la evidencia conductual, el estudio de casos, el perfil geográfico e investigación psicológica.


El uso de la interpretación de símbolos es indispensable para la recolección de datos en una escena del crimen, ya que este es la representación de las redes de ideas del autor de un crimen y que por lo tanto nos proporciona la manera en que este delincuente razona el acto delictivo.

Una problemática que con frecuencia se presenta dentro de este tipo de investigación encasillada en el uso de los dos más grandes métodos en la perfilación criminal, la cual es la problemática en el uso del método inductivo y deductivo, y los cuales sienta sus bases en una pregunta, ¿Cuál de los dos métodos es mejor? Por un lado, una parte de lo particular a lo general y por lo tanto puede presentar inexactitudes debido a que no está relacionado con el caso en específico que se esté investigando, y por otra parte, el método deductivo requiere que el investigador domine ciertas técnicas o disciplinas para la realización del perfil.


Otro de los problemas que presenta la técnica de la perfilación criminal, es que son relativamente pocos los métodos alternativos de la misma y que es necesario proponer y hacer uso de otras fuentes que proporcionen un beneficio, tal vez medios no más rápidos, pero si eficaces para la técnica.

Históricamente la perfilación criminal ha contribuido en la solución de investigaciones policiales así como en el apoyo a los interrogatorios, homicidios sexuales, vinculación de crímenes, eliminar el número de sospechosos, identificación del autor de un crimen y casos de homicidio serial. De este modo ha contribuido en generar nuevas líneas de investigación.


Para continuar, es indispensable precisar algunos conceptos básicos del tema, como son: perfilación criminal, escena del crimen y sobre todo el tema en el cual vamos a profundizar más, EL SÍMBOLO.

Una de las definiciones más reconocidas sobre perfilación criminal es la que nos proporciona Vicente Garrido (2006), y nos dice:

“Un perfil criminológico es una estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes (generalmente homicidios y/o violaciones) que todavía no se ha identificado”. Garrido (2006: 27)

Otra definición que debo mencionar debido a su extensa y completa información, es la que nos proporciona Anastasio Ovejero Bernal (2009) y menciona que:

El perfil criminal es una técnica psicológica que, basada en aspectos psicosociales del comportamiento humano, establece, a partir de la escena del crimen, las características sociales y psicológicas de la víctima y los hallazgos forenses, la motivación del autor, a partir de la cual se elaboran los fundamentos estadísticos que permiten estructurar grupos relativamente homogéneos de sujetos que cometen actividades criminales, con la finalidad última de ayudar a la investigación o bien facilitar pruebas inculpatorias en un proceso judicial (Soria,2005,p.189). Ovejero Bernal (2009: 242)

A diferencia de Garrido, Anastasio nos da una perspectiva más amplia de lo que es la perfilación criminal, ya que nos proporciona conceptos que sistematizan la función de este, conceptos como motivación, escena del crimen, aspectos psicosociales (el cual va en relación con lo que nos menciona Garrido al decir que “es una estimación del estilo de vida del agresor”) y uno de los cuales eme parece muy relevante, “proceso judicial”, pues una de las finalidades de este, es contribuir a la captura de un agresor y posteriormente contribuir en su inculpación.

Entonces tomando como base estas dos definiciones podemos entender, como se había mencionado anteriormente, que la perfilación criminal es una técnica que nos proporciona características de un individuo que ha cometido un crimen.

Ahora hondemos más en el tema y sin entrar en tanto detalle daré una definición de escena del crimen la cual “es una determinada zona, lugar o espacio donde un individuo o grupo de ellos ha llevado a cabo uno o más ejercicios delictivos y que dichas actividades son motivo de realizar una labor investigativa.

Entrando en el tema de los símbolos, desde los comienzos de la humanidad, el hombre ha hecho uso de los símbolos como palabras, imágenes, letras, sonidos y figuras, para de esta manera crear representaciones conscientes o inconscientes de algo como ideas, pensamientos y sentimientos, y así comunicarlos.


Un símbolo por definición es: “…toda forma de unión de un ‘representante’ sensible y de un ‘representado’ psíquico; es por tanto símbolo ‘todo aquello que hace sentido’, es decir toda entidad a la que se aplica la actividad cognitiva de representación”. Doron y Parot (2008: 517)

Para el análisis de los símbolos es importante entender que este no se puede comprender como una totalidad en la vida humana, puesto que cada ser humano es diferente uno de otro y cada cultura es diferente a otra, un símbolo no tiene el mismo sentido en todo lugar y en toda persona.

Por lo que el intentar sistematizar el contenido que revela un símbolo es una labor que implica mucho riesgo y a su vez disminuirá el nivel de objetividad en el mismo.

Se debe tomar en cuenta, que las experiencias que se tienen en el vivir diario son transpolar de un plano real (palpable, observable, medible y cuantificable) a un plano subjetivo (el de la mente) y es desde este plano donde la percepción o interpretación de estas experiencias son proyectadas en formas simbólicas de actos, cosas y/o situaciones dándole así un valor y un contenido.

Tomo como sustento de esto, a Federico Echeverría Solano cuando nos dice: “…las percepciones cotidianas se trasladan de la realidad al dominio de la mente y dentro de ella se transforman en eventos psíquicos, en símbolos representativos de experiencias determinadas” Echeverría (2012: 48).

Con lo que respecta a la escena del crimen, se entiende que el acto criminal es un símbolo en sí, que se manifiesta desde el comienzo del mismo hasta su culminación y por lo tanto es preciso que se intente comprender cada aspecto de la escena.

Es importante entender e interpretar los símbolos que tiene el delincuente en cada caso particular y concuerdo con Manuel Antonio Arango al decir que “El símbolo tiene por carácter no ser nunca completamente arbitrario; no está vacío: hay un rudimento de vinculo natural entre el significante y el significado” Arango (1998: 30), pues estos nos proporcionan las necesidades que requiere cumplir el criminal, además de las motivaciones del mismo, ya que sin estos el nivel de complejidad en la solución de un caso aumenta considerablemente.

Ahora, se debe tener en consideración que la interpretación de los símbolos no es sencilla sino se entiende que para este hay tres partes considerables, las cuales se explican a continuación.

“La interpretación del símbolo podría considerarla tripartita: por un lado, el investigador capta la figura, el discurso, la lesión (parte objetiva), luego lo analiza e interpreta (parte subjetiva) y, finalmente, lo confronta con la realidad del acto destructivo (parte objetiva)”. Echeverría (2012: 50)

El uso de la interpretación de símbolos nos proporciona características psicológicas del probable autor de un crimen y que gracias a esto podemos brindar un apoyo a los métodos de perfilación criminal, así también, a las diferentes áreas de desarrollo de investigación ( interrogatorios, vinculación de crímenes, identificación del autor de un crimen, homicidios seriales, homicidios de tipo sexual, etc.), considerando la evidencia encontrada en la escena del crimen para así poder descubrir el significado que queda proyectado en estas evidencias y de esta manera converger estos con el ejercicio delictivo.





Anastasio Ovejero Bernal, “Fundamentos de psicología jurídica e investigación criminal”, Ediciones Universidad Salamanca, 2009, pp. 242.

Federico Echeverría Solano, “Criminología de Campo: perfiles criminales y víctimas”, editorial trillas, 2012, pp.48 y 50.

Manuel Antonio Arango, “símbolos y simbología en la obra de Federico García Lorca”, Ed. Fundamentos, 1998, pp. 30.

Roland Doron y Francoise Parot, “Diccionario Akal de psicología”, ed. Akal, S.A., 2008, pp. 517.

Vicente Garrido Genovés, Patricia López Lucio, “El rastro del asesino: El perfil psicológico de los criminales en la investigación policial”, editorial Ariel, pp. 27.

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