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Foto del escritorFrida Reyes

¿Por qué algunos niños pueden ser capaces de matar?


Para poder hablar de ello se necesita explorar algunas historias de los niños que cometieron el acto de homicidio.

La niña se llamaba Mili Balizan y tenía apenas dos años. Los curtidos forenses que hicieron la autopsia tuvieron que echar mano de toda su capacidad de contención para que la cabeza no les diera vueltas. Y los también curtidos agentes que interrogaron a los presuntos asesinos quedaron estupefactos por la forma en que, apenas sin resistencia, explicaron los desgarradores detalles del crimen. No sólo la habían asesinado. La habían torturado sádicamente. Y tanto como la brutalidad del asesinato, lo que conmocionó a los agentes fue la edad de los autores: dos niños de siete y nueve años.


"La violencia nos repugna porque en el proceso de socialización hemos desarrollado mecanismos de inhibición, de manera que, cuando vemos comportamientos violentos, nos parecen antinaturales, y mucho más si se dan en niños. En realidad, hay muchos niños difíciles, pero sólo unos cuantos llegan a ser violentos, y muy pocos, llevan esa violencia a situaciones extremas"


Otros dos niños de seis años mataron a uno de cinco en Noruega, y en marzo de 2003, en Nueva Jersey (Estados Unidos), otro niño de 10 raptó, violó, golpeó y mató a Amir Beeks, de apenas tres años, que había quedado al cuidado de su hermanita en una biblioteca mientras su madre iba al lavabo.

¿Cómo es posible que un niño pueda llegar a matar de esa forma? Para que un niño se convierta en asesino han de darse, una serie de condiciones: "Que haya un daño cerebral que afecte a los mecanismos reguladores de la conducta y provoque una impulsividad extrema, o que tenga alguna vulnerabilidad de tipo biológico o psicológico"


Para que una acción acabe en un homicidio se requieren dos tipos de componentes: de personalidad y de oportunidad. Además de oportunidad, en muchos homicidios infantiles hay también elementos de imitación, porque la violencia puede ser muy contagiosa.

Abandono, pobreza, carencias emocionales y malos tratos son ingredientes comunes de muchas de estas tragedias.


Pero miles de niños viven en esa misma situación y no se convierten en homicidas. ¿Por qué ellos sí? Un niño maltratado puede llegar a ser un maltratador si queda atrapado en la telaraña del sufrimiento. No es, ni mucho menos, una ley inexorable. La capacidad de superar circunstancias traumáticas de los niños, la capacidad de recuperarse y hasta de salir reforzado de la adversidad, es extraordinaria. Pese a tanta desgracia, la humanidad sigue progresando hacia costas cada vez mayores de civilización. Pero es cierto que en la biografía de muchos niños homicidas hay una historia de malos tratos, y algunos psicólogos han visto, en el ensañamiento con que matan, el deseo inconsciente de destruir esa imagen de vulnerabilidad que les recuerda su propia condición de víctimas.


Los mecanismos del cerebro humano son un gran misterio que justo ahora comienza a desvelar sus secretos. Uno de los más interesantes es cómo afectan los impactos emocionales de la vida en la estructura mental que heredamos en nuestros genes.


"Niños sometidos a malos tratos sistemáticos tienen la amígdala hasta un 12% más reducida". "El maltrato puede dañar los circuitos cerebrales que controlan los instintos agresivos. La amígdala de un niño maltratado puede estar afectada y no controlar bien el comportamiento"


Hay casos de violencia extrema inexplicable de niños o adolescentes que no pertenecen a una familia desestructurada ni han sido víctimas de violencia.

Existe un estudio llevado acabo en España. sobre una muestra de 74 niños y adolescentes condenados en España entre 1994 y 2001 por homicidio, ofrece datos reveladores: el 54% de los homicidas presentaba algún tipo de trastorno de la personalidad o conducta antisocial y otro 4% había actuado bajo los efectos de un brote psicótico, es decir, un trastorno mental severo que anula la voluntad. Pero el restante 42% eran chicos aparentemente normales que vivían en familias también aparentemente normales.


Lo cual nos lleva a otra pregunta: la violencia, ¿se hereda o se aprende? Desde luego, se hereda parte y también se aprende. Lo que no está claro es en qué proporción se combinan ambos factores en cada caso

Si un niño tiene un temperamento proclive a la violencia y nadie le pone límites desde muy pequeño, las posibilidades de que la educación pueda llegar a modular su comportamiento son cada vez menores.


Para finalizar, los menores homicidas tienden a tener una historia previa de delitos o conductas antisociales, al igual que una enseñanza previa al maltrato y no saber como sobrellevarlo.



Oliva, M. P. (2008, 6 julio). EL PAÍS: el periódico global. EL PAÍS: el periódico global. https://elpais.com/diario/2008/07/06/eps/1215325613_850215.html

Guzmán Ramírez, N. (2020, 18 agosto). ​¿Por qué algunos niños pueden ser capaces de matar? Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/forense/por-que-ninos-capaces-matar


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1 comentario


La mente humana es un abismo insondable aveces somos testigos de sucesos terribles ke son difíciles de asimilar entre ellos los crímenes y asesinatos muchos d ellos perpetrados de una forma cruel y malvada eso me acuerda la obra el príncipe de Nicolás maquiavelo donde dice que el hombre siempre ha sido malo

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